Si te gusta seguir el tenis, seguramente has oído hablar de Aryna Sabalenka. La jugadora bielorrusa se ha convertido en una figura clave del circuito WTA gracias a su fuerza física y a un juego agresivo que intimida a cualquier rival.
Aryna nació en Minsk en 1998 y empezó a jugar al tenis de forma profesional a los 16 años. Desde entonces ha escalado posiciones rápidamente, llegando a estar dentro del top 10 mundial y ganando varios títulos importantes, incluidos dos torneos de categoría WTA 1000.
Lo que más destaca de su juego es la potencia en el saque y la capacidad para dictar los puntos desde el fondo. No le teme a los golpes fuertes y suele buscar la finalización con tiros cruzados o al revés bien colocado.
En la última temporada, Sabalenka ganó el torneo de Miami Open y llegó a la semifinal del Abierto de Australia. Ese rendimiento le permitió consolidarse entre las primeras cinco jugadoras del ranking mundial.
Ahora su calendario incluye eventos como el Masters 1000 de Indian Wells y el Grand Slam de Roland Garros, donde muchos analistas la ven como una contendiente seria para levantar la copa.
Además, Aryna está trabajando con un nuevo entrenador que le ha ayudado a mejorar su juego en pista dura. Los cambios tácticos ya se notan: sus voleas son más precisas y su movimiento lateral se vuelve más fluido.
Para los aficionados, seguir a Sabalenka es sencillo porque suele publicar actualizaciones en sus redes sociales después de cada partido. Así puedes estar al día con sus resultados, entrenamientos y cualquier lesión que pueda surgir.
En resumen, Aryna combina potencia, velocidad y una mentalidad competitiva que la hacen destacar en el circuito femenino. Si buscas a una jugadora para seguir este año, Sabalenka tiene todos los ingredientes para dar de qué hablar en cada torneo.
Coco Gauff ganó su primer Roland Garros tras remontar a la número uno Aryna Sabalenka por 6-7(5), 6-2 y 6-4. A sus 21 años, es la primera estadounidense en coronarse en París desde Serena Williams y la más joven desde 2002. El torneo dejó historias potentes: la racha de Świątek cayó en semifinales, la francesa Loïs Boisson llegó a semis como invitada y Azarenka firmó un inusual doble rosco.