
Stephen Curry se lesiona y trastoca los planes de los Warriors
El primer encuentro entre Warriors y Timberwolves, esperado por la energía que suelen mostrar ambos equipos, terminó con una nota amarga para Golden State. Stephen Curry, referente y motor ofensivo del equipo, salió lesionado en la primera parte tras torcerse en un movimiento defensivo aparentemente inofensivo. Ni siquiera hubo contacto previo, ni gestos previos que anticiparan el problema. Simplemente, en pleno pivote, la pierna le traicionó y, en segundos, la alarma se disparó dentro y fuera de la pista.
El diagnóstico no tardó en llegar: desgarro muscular de grado 1 en el isquiotibial. Es una de esas lesiones que, aunque no sean devastadoras, requieren paciencia y atención. El propio Curry admitió que la jugada lo tomó por sorpresa. “No noté nada hasta el último momento”, confesó después, reconociendo que intentar volver hubiera sido un riesgo innecesario según los médicos del equipo. En el mejor de los escenarios, los especialistas calculan al menos una semana fuera, lo que implica perderse los siguientes tres partidos de la serie.
El reto de Golden State: ganar sin Curry
La ausencia de Stephen Curry obliga a los Warriors a reinventarse sobre la marcha. Antes de salir, el base ya llevaba 13 puntos en apenas 13 minutos, claramente en ritmo. Pero fue tras su salida cuando el banquillo asumió la responsabilidad. Buddy Hield, que suele pasar un poco más desapercibido, salió al rescate poniendo tres triples en el tercer cuarto. Draymond Green, conocido más por su aporte defensivo y su garra, aportó cuatro triples, mostrando una versión más agresiva en ataque.
Pese a la baja de su estrella, Golden State logró lo impensable: no solo resistió, sino que amplió la ventaja hasta una diferencia de 23 puntos. El partido tomó un giro inesperado, con una defensa férrea que nubló el ataque de los Timberwolves y un ataque coral en el que todos aportaron. Ahora, la verdadera incógnita es si ese equilibrio podrá mantenerse en los próximos partidos sin el punto de referencia que representa Curry en la cancha.
La lesión supone un reto tanto físico como anímico para los Warriors. Curry, aunque optimista sobre su recuperación, sabe que el verdadero peligro es una recaída. Los próximos enfrentamientos pondrán a prueba la estructura del equipo y la capacidad de jugadores secundarios para asumir mayor protagonismo. Sin el base, cada decisión, tiro y esfuerzo defensivo será fundamental si quieren acercarse a la final del Oeste. El escenario está abierto y las cartas, por primera vez en mucho tiempo, no las reparte Curry.