Si acabas de adoptar un dragón o ya llevas tiempo con él, sabrás que no es como entrenar a un perro. Estos seres fantásticos tienen sus propias manías y una energía que parece inagotable. Pero no te preocupes, aquí tienes un plan sencillo para enseñar obediencia, trucos y, sobre todo, crear confianza.
Antes de dar cualquier orden, dedica al menos una semana a observarlo. ¿Prefiere la luz del sol o la sombra? ¿Le gusta el agua o se asusta con ella? Cada dragón tiene gustos diferentes y reconocerlos te ahorrará frustraciones.
Un buen punto de partida es establecer un espacio seguro donde pueda moverse sin riesgos. Usa una zona con suelos resistentes, porque sus garras pueden dañar superficies frágiles. Añade una cama acolchada para que tenga un lugar cómodo donde descansar después del entrenamiento.
El alimento es la herramienta más poderosa para motivar a tu dragón. Prueba con trozos de carne magra, pescados frescos o incluso frutas dulces si notas que le gustan. Cada vez que responda bien a una orden, ofrécele un premio pequeño.
No te excedas: los dragones son metabólicamente intensos y pueden engordar rápido si les das demasiado. Mantén raciones controladas y ajusta según su nivel de actividad.
Comienza con comandos simples como "¡Quieto!" o "¡Ven aquí!" Usa una palabra corta y consistente, siempre acompañada del mismo gesto de mano. Repite la orden varias veces al día, pero en sesiones cortas de 5 a 10 minutos para evitar que se aburra.
Cuando el dragón haga lo pedido, recompénsalo inmediatamente. La clave está en la asociación rápida entre la acción y el premio.
Los dragones adoran volar o deslizarse. Aprovecha eso para crear ejercicios que combinen diversión y disciplina. Por ejemplo, coloca una serie de aros bajos y anima al dragón a pasar por ellos usando su comida como guía.
Este tipo de actividad también ayuda a quemar energía extra, lo que reduce comportamientos destructivos en casa.
El mayor reto es controlar el aliento ígneo. Nunca permitas que practique sin supervisión y siempre ten a mano un extintor adecuado para criaturas mágicas. Enseña al dragón a encender su llama solo bajo tu señal, como "¡Fuego!".
Empieza con chispas pequeñas y aumenta la intensidad gradualmente. Si muestra miedo o agresividad, retrocede a ejercicios sin fuego hasta que se sienta más seguro.
La paciencia es tu mejor aliada. Los dragones pueden tardar semanas en entender una orden, pero la constancia paga. Evita los castigos físicos; estos solo generan desconfianza y pueden provocar ataques de fuego inesperados.
Si un día no avanza, descansa y vuelve al entrenamiento más tarde. Un dragón feliz aprende mejor.
Lleva a tu dragón a encuentros controlados con otros animales o personas que ya conozcas. Así aprenden a comportarse en entornos diferentes sin ponerse nerviosos.
Recuerda siempre mantener la distancia adecuada al principio y usar una correa reforzada si el espacio lo permite.
Con estos pasos tendrás una base sólida para convertir a tu dragón en un compañero obediente y divertido. No esperes perfección de inmediato, disfruta del proceso y celebra cada pequeño logro. ¡Buena suerte y que los vientos te acompañen!
El primer tráiler de la adaptación en acción real de 'Cómo Entrenar a tu Dragón' ha sido revelado, mostrando visuales impresionantes y una profundidad emocional que promete capturar a la audiencia. Bajo la dirección de Dean DeBlois, la película presenta una nueva perspectiva de la clásica historia, con Mason Thames como Hipo y Nico Parker como Astrid. Se espera su estreno el 13 de junio de 2025, para el deleite de los fanáticos y nuevos espectadores.
Deportes