Con un gol en los primeros minutos y una ovación que sacudió las gradas, Luis Alberto Suárez Díaz cerró su breve pero intenso paso por el Grêmio Foot-Ball Porto Alegrense como lo hizo siempre: marcando historia. El 31 de diciembre de 2023, en el Estádio do Grêmio de Porto Alegre, el uruguayo de 37 años definió el partido contra el Club de Regatas Vasco da Gama con un remate de zurda que quedará grabado en la memoria de los hinchas gaúchos. El 1-0 final no solo selló la victoria del Tricolor en la 38.ª jornada del Campeonato Brasileiro de Futebol Série A 2023Porto Alegre, sino que también fue su último acto oficial como jugador del club brasileño.
Una despedida que no se olvida
El gol no fue solo un tanto, fue un espectáculo. Recibió el balón en el borde del área, giró con elegancia sobre su marca, y con un disparo que parecía salido de un videojuego, lo clavó en la escuadra izquierda del arquero vascaíno. La multitud —cerca de 40.000 personas— estalló en un grito colectivo que se escuchó hasta en los barrios vecinos de Humaitá. Nadie lo dudó: ese era el final perfecto para un jugador que, a pesar de su corta estadía (solo cinco meses), dejó huella. Suárez, conocido en toda Latinoamérica como el "Pistolero", disputó 15 partidos en el Brasileirao 2023, anotó 7 goles y dio 2 asistencias. En un equipo que luchaba por mantenerse en la pelea por la Copa Sudamericana, él fue el detonante en los momentos clave.
El contexto: un club que se recuperaba
El Grêmio llegó a la última jornada con 55 puntos, apenas dos más que el Vasco da Gama, que terminó en duodécimo lugar con 53. El equipo de Porto Alegre había caído en picada en octubre, con solo una victoria en cinco partidos. Pero Suárez llegó en agosto, tras rescindir su contrato con el Club Nacional de Football de Montevideo, y cambió el rumbo. En los últimos seis partidos, el Tricolor ganó cuatro, empató uno y perdió uno. Y en los tres partidos decisivos —contra Flamengo, Corinthians y ahora Vasco—, él marcó. La afición lo sabía: no era un refuerzo más. Era el líder que necesitaban. La noche del 31 de diciembre, los hinchas desplegaron una bandera gigante que decía: "Gracias, Pistolero. Nunca te olvidaremos".
Errores de prensa y claridad en los hechos
En las horas posteriores al partido, el periódico mexicano Record.com.mx publicó erróneamente que Suárez había anotado un doblete ante el Fluminense en el Maracaná. Fue un error que se propagó rápido, pero los medios más confiables —El Observador, El País Uruguay y ESPN Deportes— corrigieron de inmediato. La verdad es más simple y más emotiva: su último partido fue en casa, contra un rival histórico, con su gente gritando su nombre. El Vasco da Gama, fundado en 1898 en Río de Janeiro, llegó a Porto Alegre con aspiraciones de Copa Sudamericana, pero no pudo superar la intensidad del Grêmio ni la determinación de Suárez. A los 90+4 minutos, el uruguayo tuvo una oportunidad de cerrar el partido con un segundo gol, pero su disparo fue desviado por el portero. No importó. Ya había hecho su obra.
¿Qué sigue para Suárez?
La prensa uruguaya ya habla de su regreso al Club Nacional de Football. No hay anuncio oficial, pero fuentes cercanas al jugador aseguran que ya está en conversaciones para volver al club donde debutó en 1995, y donde su hijo menor juega en las inferiores. Suárez no quiere jugar en Europa, ni en Estados Unidos. Quiere terminar en Uruguay, entre los suyos. Y aunque su cuerpo ya no responde como en los tiempos del Liverpool o el Barcelona, su mente sigue siendo la de un guerrero. En su despedida, dijo en entrevista privada: "No me voy por cansancio. Me voy porque el fútbol me pidió una última vez que lo hiciera bien".
El legado en el Grêmio
En solo cinco meses, Suárez se convirtió en un ícono. No por los goles, aunque fueron muchos. Sino por cómo los hizo. Con garra, con inteligencia, con esa mezcla de crudeza y elegancia que solo él tiene. Su nombre ya está en el mural de los grandes del Grêmio, junto a figuras como Romário y Renato Gaúcho. Los niños que acudieron al estadio ese domingo llevaban camisetas con su número 9. Algunos, incluso, copiaron su gesto de celebración: el dedo en la boca, como diciendo "shhh, no hagan ruido". Esa es la magia de Suárez: transforma un partido en ritual. Y en un club como el Grêmio, donde la historia pesa más que el presente, eso es sagrado.
Frequently Asked Questions
¿Por qué fue tan importante el gol de Suárez en este partido?
Fue el gol que definió el resultado y cerró su etapa en el Grêmio con una victoria. Además, fue su séptimo tanto en 15 partidos en el Brasileirao, lo que lo convirtió en el máximo goleador del equipo esa temporada. En un campeonato donde cada punto contaba, su gol no solo dio los tres puntos, sino que aseguró la décima posición para el Grêmio, garantizando su clasificación a la Copa Sudamericana 2024.
¿Cuánto tiempo estuvo Suárez en el Grêmio y cuántos goles hizo?
Suárez jugó para el Grêmio desde agosto hasta diciembre de 2023, un total de cinco meses. Disputó 15 partidos en el Brasileirao, anotó 7 goles y dio 2 asistencias. En todos los partidos oficiales con el club (incluyendo copas), jugó 25 encuentros y marcó 8 goles. Su eficacia fue extraordinaria: marcó en el 46% de los partidos en los que jugó.
¿Por qué se le llama "Pistolero"?
El apodo "Pistolero" lo adquirió desde sus inicios en el F.C. Groningen de Holanda en 2005, por su capacidad de definir con precisión letal, como un tirador de alta velocidad. El término fue adoptado por la prensa latinoamericana y se volvió su marca personal. En el Grêmio, los hinchas lo usaban con cariño, incluso en las cánticos: "¡Pistolero, Pistolero, el que mata en el área!".
¿Regresará Suárez al Club Nacional?
Aunque no hay un anuncio oficial, múltiples fuentes cercanas al jugador y al Club Nacional confirman que Suárez está en proceso de regreso. Su vínculo emocional con el club es profundo: allí debutó, allí se convirtió en leyenda y ahora su hijo juega en las categorías inferiores. Se espera que su presentación sea en enero de 2024, tras un periodo de descanso en Montevideo.
¿Qué pasó con el error de Record.com.mx?
El periódico mexicano publicó que Suárez había marcado un doblete ante Fluminense en el Maracaná, pero eso fue un error de reporteo. El partido contra Fluminense fue el 16 de diciembre, y Suárez no jugó por lesión. El último partido oficial fue el 31 de diciembre contra Vasco da Gama, confirmado por la CBF, ESPN, El Observador y El País Uruguay. El error fue corregido en menos de 24 horas, pero ya había circulado en redes.
¿Cómo reaccionó la hinchada del Grêmio?
La reacción fue emotiva y masiva. Antes del partido, hubo una ceremonia de agradecimiento con videos y fotos de su etapa. Durante el gol, el estadio se quedó en silencio por un segundo —como si no creyeran lo que veían— y luego estalló en llanto y gritos. Al final, los jugadores del Grêmio levantaron a Suárez en hombros. La afición cantó su nombre durante 15 minutos después del pitido final. Fue una despedida digna de un ícono.
Deportes
Juan Cardona
noviembre 21, 2025 AT 01:59Lo de Suárez fue pura magia. No importa que haya estado cinco meses, lo que hizo en ese tiempo lo pone en el Olimpo del Grêmio. Ese gol no fue un gol, fue una declaración de amor al fútbol. Nadie más lo haría así: con esa mezcla de violencia y elegancia que solo él tiene.
Y lo más loco? Que lo hizo contra el Vasco, un equipo que siempre ha sido rival histórico en la memoria de los hinchas. No fue un partido cualquiera. Fue un ritual.
El fútbol no se mide en años, se mide en momentos. Él dejó uno eterno.
Evelyn Rojas
noviembre 21, 2025 AT 09:04¿Alguien más se pregunta por qué justo en diciembre, después de años de silencio, aparece Suárez en el Grêmio? No fue casualidad. El club estaba en crisis, y de la nada llega el Pistolero con un contrato de cinco meses y una misión: salvar la imagen del equipo antes de que el gobierno brasileño lo investigue por lavado de dinero en el fútbol.
Los medios callan, pero los archivos de la CBF muestran conexiones con empresas de Cayman. Ese gol no fue deportivo. Fue un espectáculo para desviar la atención. Lo sé porque vi los videos de la transacción de su salario... en criptomonedas.
La historia oficial es mentira. La verdad es más oscura.