En un ambiente cargado de tensiones políticas y polarización, Nicolás Maduro se alista para comenzar un nuevo periodo presidencial de seis años en Venezuela tras unas elecciones envueltas en controversia celebradas el 28 de julio de 2024. La elección, según el Consejo Nacional Electoral (CNE) controlado por el gobierno, dio la victoria a Maduro con un 51.20% de los votos. Sin embargo, el escrutinio oficial fue vehementemente impugnado por la coalición opositora liderada por María Corina Machado, que alega que su candidato, Edmundo González, habría obtenido el 70% de los votos. Este panorama es reflejo de la constante lucha de poder y narrativas opuestas que han dominado la política venezolana en los últimos años.
En medio del debate sobre la legitimidad de los resultados, varios países han decidido reconocer y felicitar abiertamente a Nicolás Maduro por su reelección. Entre los primeros líderes en alzar la voz en apoyo de Maduro se encuentra el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, quien describió la victoria como una afirmación del legado de figuras históricas como Simón Bolívar y Hugo Chávez. Ortega destacó que esta victoria es un triunfo del pueblo venezolano, que sigue desafiando las adversidades y manteniendo su postura ante la presión internacional.
De igual modo, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, extendió sus "afectuosas felicitaciones" a Maduro, calificando el resultado electoral de "histórico." Díaz-Canel resaltó que esta victoria simboliza el triunfo de la dignidad y el valor venezolanos frente a las manipulaciones externas, un mensaje que reafirma el fuerte vínculo histórico y político entre Cuba y Venezuela. La relación entre ambos países ha sido una constante durante décadas, marcada por el intercambio de recursos y apoyo estratégico mutuo.
En América Latina, otros gobiernos han mostrado su respaldo a Maduro. En Honduras, la presidenta Xiomara Castro se refirió al triunfo de Maduro como "inobjetable," aunque posteriormente anunció que no asistiría a la toma de posesión, sugiriendo que en su lugar podría enviar una delegación. En Bolivia, Luis Arce celebró la victoria de Maduro como un recordatorio del legado del comandante Hugo Chávez, enfatizando que el pueblo venezolano ha expresado su voluntad democrática a través de las urnas, un argumento común entre los aliados de Maduro.
A nivel internacional, el gigante asiático también manifestó su apoyo. El presidente chino, Xi Jinping, envió un mensaje de felicitación a Maduro, reafirmando el apoyo de China a los esfuerzos de Venezuela por salvaguardar su soberanía y dignidad nacional. Este gesto subraya la estrecha relación entre China y Venezuela, una alianza que Xi describió como una confianza mutua entre "buenos amigos." La asociación entre ambos países ha crecido en áreas como el intercambio energético y el desarrollo económico.
Rusia, otro aliado clave de Venezuela, también se pronunció a favor de Maduro. El presidente ruso, Vladimir Putin, congratuló a Maduro y señaló que las relaciones ruso-venezolanas son estratégicas. Putin expresó su confianza en que el liderazgo de Maduro favorecerá el desarrollo progresivo de Venezuela, resaltando la relevancia de la alianza en un contexto global cada vez más polarizado y competitivo.
Desde Turquía, el gobierno de Recep Tayyip Erdogan ha mostrado su apoyo a la continuidad del régimen chavista. Erdogan incluso extendió una invitación a Maduro para realizar una visita oficial a Turquía, un gesto que refuerza las relaciones diplomáticas y comerciales entre ambos países. Este apoyo internacional es crucial para Venezuela, que ha visto su economía debilitada a lo largo de los años, exacerbada por sanciones internacionales y la crisis interna.
Además, un grupo variado de naciones menos prominentes en la geopolítica global también ha expresado reconocimiento al gobierno de Maduro. Países como Guinea Ecuatorial, Laos, Uzbekistán, Belarús, Irán, Malí, Mozambique, Qatar, Serbia, Sudán, y Vietnam han felicitado al presidente venezolano. Este respaldo podría interpretarse como un deseo de mantener o fortalecer lazos con Venezuela, un país con importantes recursos, especialmente energéticos que pueden ser de interés estratégico para estas naciones.
Sin embargo, no todo el panorama internacional está alineado con este reconocimiento, ya que muchos otros países y organizaciones internacionales han expresado su escepticismo y críticas sobre la legitimidad de los resultados electorales. La comunidad internacional se encuentra dividida respecto a la situación en Venezuela, con voces que acusan al régimen de Maduro de manipular los resultados electorales y de violaciones a los derechos humanos. Estas acusaciones, sumadas a la crisis económica y humanitaria que enfrenta el país, ponen a Venezuela en el centro de la atención mundial.
La reelección de Nicolás Maduro no es simplemente un evento político interno, sino una muestra del complejo entramado de alianzas y confrontaciones a nivel global. Mientras algunos países se alinean con Venezuela por intereses geopolíticos o ideológicos, otros se mantienen firmes en la defensa de la democracia y los derechos humanos, definiendo una vez más las divisiones existentes en el escenario internacional. El futuro de Venezuela sigue siendo incierto, y su desenlace, al igual que la aceptación de su liderazgo por parte de otras naciones, seguirá siendo tema de debate en los meses venideros.
Deportes
Maia Rich
enero 10, 2025 AT 21:23Me encanta cómo la gente siempre se olvida de que Venezuela no es un país que se define por lo que dicen los medios occidentales. Aquí hay una realidad compleja, con gente que sufre, pero también con gente que lucha por mantener su soberanía. Maduro no es perfecto, pero tampoco lo son los que lo critican desde sus cómodas sillas en Washington o Madrid. La historia no la escriben los que tienen más cámaras, sino los que están en el terreno, día a día, con hambre, con miedo, pero con dignidad. Y sí, hay sanciones que matan, y sí, hay corrupción, pero también hay un pueblo que no se rinde. No es blanco o negro, es gris, y es humano.
Yo he conocido familias venezolanas que se han quedado, que siguen enviando a sus hijos a la escuela, que mantienen sus cultivos en los barrios, que creen en algo más que el próximo tweet de un político extranjero. Eso no se ve en los titulares, pero es lo que importa.
La polarización nos ciega. No necesitamos más líderes que griten desde las redes, necesitamos más gente que escuche. No es una victoria de Maduro, es una victoria de la persistencia venezolana. Y eso, por más incómodo que sea, merece respeto.
Si no puedes entender eso, al menos ten la humildad de no juzgar desde afuera.
Porque detrás de cada voto, hay una historia. Y muchas de esas historias no tienen nada que ver con ideologías. Tienen que ver con sobrevivir.
Y eso, hermanos, es lo que no se puede medir con encuestas ni con tweets.
Gracias por leer esto. No espero que estés de acuerdo, pero si al menos lo pensaste, ya vale la pena.
Un abrazo a todos los que siguen creyendo en algo más que el ruido.
Y sí, lo sé, esto es largo. Pero la verdad rara vez cabe en 280 caracteres.
adolfo acuña
enero 11, 2025 AT 11:52¿Alguien más se da cuenta de que esto es un juego de ajedrez global y Venezuela es el peón que nadie quiere mover? China, Rusia, Irán, Turquía… todos tienen intereses estratégicos, y Maduro es el único que les da acceso a petróleo, minerales, y una puerta de entrada a América Latina. Pero ¿y el pueblo? ¿Quién se preocupa por los niños que no tienen medicinas? ¿Por las madres que caminan 10 km para comprar harina? ¿O es que ahora la democracia se mide por quién te felicita en Twitter?
Yo no apoyo a Maduro, pero tampoco confío en los que lo critican desde el exterior. La hipocresía es demasiado grande. EE.UU. ha derrocado gobiernos por menos, y ahora se escandaliza por un voto… ¿en serio?
La verdadera pregunta no es si Maduro ganó, sino: ¿por qué tantos países están dispuestos a jugar con la vida de un pueblo entero por intereses geopolíticos? Porque esto no es política, es guerra económica disfrazada de elección.
Y sí, lo sé, suena dramático. Pero si no ves la tragedia, es porque no quieres verla.
Ivan Sandoval
enero 12, 2025 AT 04:16La historia siempre repite sus patrones, pero nunca con los mismos actores. Bolívar luchó por la independencia, Chávez por la redistribución, Maduro por la supervivencia. ¿Es lo mismo? No. ¿Es comparable? Solo si ignoramos el peso del tiempo y la desgastada maquinaria del poder. Lo que está pasando no es una reelección, es una continuidad forzada por el colapso del sistema alternativo.
La oposición no ganó porque no supo construir. No por fraude, sino por desunión, por elitismo, por no entender que el pueblo no quiere discursos, quiere pan, medicinas y seguridad. Y cuando el sistema no entrega, el voto por la estabilidad, aunque sea falsa, se vuelve una necesidad, no una elección.
Esto no es fascismo, no es comunismo, es agotamiento. El agotamiento de una sociedad que ha vivido 25 años de caos y ahora prefiere lo conocido, aunque sea doloroso, a lo desconocido, aunque sea prometedor.
La izquierda latinoamericana se suicidó con su propia corrupción. La derecha se suicidó con su desprecio. Y el pueblo… el pueblo sigue ahí, como siempre, pagando el precio.
¿Solución? No la hay. Solo hay supervivencia. Y tal vez, en 20 años, alguien escriba un libro sobre esto y diga: ‘Fue un momento en que el mundo prefirió el silencio a la justicia.’
Javiera Arenas Quijada
enero 12, 2025 AT 06:52¡Hola! 👋 Aquí va un análisis rápido pero con datos reales: los países que reconocen a Maduro son, en su mayoría, estados con sistemas autoritarios o que tienen relaciones de interdependencia energética con Venezuela (China, Rusia, Irán, Turquía, etc.). ¿Qué significa eso? Que el reconocimiento no es sobre democracia, es sobre *realpolitik*. Venezuela es un nodo crítico en la cadena de suministro de petróleo pesado, y esos países lo saben.
Además, la OEA y la UE no reconocen el resultado porque no cumplió con los estándares mínimos de transparencia: no había observadores independientes, no hubo acceso a los centros de votación, y el CNE es un órgano del ejecutivo. No es teoría conspirativa, es un informe de la ONU de 2024.
La paradoja: Venezuela tiene uno de los mayores reservas de petróleo del mundo, pero su producción está en 700k bpd, menos que en 2002. ¿Cómo se explica? Por la fuga de capital humano y la destrucción institucional. Maduro no es el problema, es el síntoma.
La solución no es más sanciones ni más apoyo a dictadores. Es inversión en infraestructura energética, apoyo humanitario directo a comunidades, y un diálogo inclusivo con la sociedad civil venezolana -no solo con partidos políticos.
Y sí, esto es jerga técnica, pero es la única que puede salvar vidas. 🤝
carmen paz fuentes bravo
enero 13, 2025 AT 01:45¡Qué vergüenza que Chile tenga gente que defienda a este dictador! ¡Venezuela es un desastre y los que lo apoyan son traidores a la humanidad! ¡Pura izquierda loca!
Carla Andrea Espinosa Parra
enero 13, 2025 AT 18:00Me encanta ver cómo la gente se divide en bandos como si fuera un partido de fútbol. Pero la verdad es que todos estamos cansados. ¿Alguien recuerda cómo era Venezuela antes de 2013? ¿O solo nos acordamos de los memes?
Yo tengo amigos que se fueron, otros que se quedaron. Los que se fueron no odian a su país, los que se quedaron no aman a Maduro. Solo quieren vivir. ¿Y tú? ¿Qué harías si tu casa se cayó y nadie te ayudaba?
No hay héroes aquí. Solo personas tratando de no hundirse. Y eso… eso merece compasión, no odio.
claudio hurtado
enero 14, 2025 AT 21:50¿Saben qué es lo más gracioso? Que todos los que dicen que Maduro es un dictador, cuando eran jóvenes, aplaudían a Chávez como si fuera un messías. Ahora que es su sucesor, se escandalizan. ¿Qué cambió? ¿La ideología o el color de la camiseta?
Y ojo, los que critican a China y Rusia por apoyar a Maduro… ¿y qué tal Estados Unidos y sus 200 bases militares en 70 países? ¿Eso no es imperialismo? ¿O solo lo es cuando no es ‘nuestro’ imperialismo?
La hipocresía es un deporte nacional en este hilo. ¡Felicidades, campeones!
fernanda opazo
enero 16, 2025 AT 10:20¿Alguien más cree que las elecciones fueron manipuladas por un algoritmo de inteligencia artificial que controla el CNE y que el 70% de los votos de González fueron ‘borrados’ por un servidor en la Base de Datos de la NASA en Guayana? 🤔
Porque si no, ¿cómo explican que el 70% se volvió 51% en 48 horas? ¿Qué pasó con los votos? ¿Los usaron para alimentar el metaverso de Maduro? 🤖
Y ojo, los que dicen que ‘es un tema de soberanía’… ¿y si la soberanía es un disfraz para que el ejército controle el petróleo y lo venda a China a cambio de armas que luego se usan para reprimir a los estudiantes? ¿O es que no les importa mientras haya ‘independencia’?
Esto es más peligroso que una serie de Netflix. Porque aquí nadie está actuando. Todos están siendo manipulados.
FRANCISCA IGNACIA ARAYA MOLINA
enero 18, 2025 AT 03:01La vida es dura pero hay que seguir adelante 💪 Venezuela no está sola, hay gente que lo ama y lo respeta 🤗 No importa lo que digan los medios, el pueblo siempre sabe lo que quiere ❤️ Maduro es un líder que no se rinde y eso es lo más valiente que hay 🌟 ¡Viva Venezuela! ¡Viva la paz! 🙏
miguel vergara
enero 18, 2025 AT 20:40¿Sabes qué es lo peor de todo esto? Que nadie se pregunta por qué la oposición no logró unir a nadie. No fue el fraude. Fue su propia arrogancia. Se creyeron que el pueblo iba a votar por ellos porque ‘eran mejores’. Pero el pueblo no vota por ideales, vota por lo que le da de comer. Y si la oposición no les dio eso, no es culpa de Maduro. Es culpa de ellos.
Y ahora, con la misma arrogancia, critican a quienes reconocen a Maduro. ¿Y qué? ¿Crees que los países que lo reconocen lo hacen por amor? No. Lo hacen por intereses. Igual que tú cuando compras un celular chino.
Deja de moralizar. La política no es un sermon. Es supervivencia.
Carlos J. Pérez
enero 20, 2025 AT 05:14La situación en Venezuela es triste, pero no es única. Hay regímenes autoritarios en todas las regiones, y el mundo responde según sus intereses. Lo que pasa en Venezuela es un reflejo de lo que pasa en el mundo: el poder, el dinero y la ideología se mezclan, y los civiles pagan el precio.
No necesitamos más discursos. Necesitamos acciones concretas: ayuda humanitaria sin condiciones, apoyo a la sociedad civil, y presión diplomática para que se respeten los derechos básicos.
Y sí, es complicado. Pero si dejamos que la polarización nos domine, perdemos la oportunidad de ayudar a quienes más lo necesitan.
Alexis Hernan Gonzalez Cabezas
enero 21, 2025 AT 03:10Chile y Venezuela tienen más en común de lo que parece. Ambos hemos vivido dictaduras, ambos hemos luchado por la democracia, y ambos sabemos que la verdad no está en los discursos, sino en las calles.
Respeto a quien quiere seguir adelante, aunque sea con un gobierno imperfecto. Porque a veces, lo que importa no es quién gobierna, sino si hay esperanza.
Y si no hay esperanza… al menos que haya dignidad.
Lukas Carrasco
enero 22, 2025 AT 08:43¡Basta de excusas! Maduro es un dictador, punto. ¿Qué más hay que decir? ¿Que tiene apoyo internacional? ¡Y qué! ¿Acaso eso lo hace legítimo? ¡No! ¡Es un ladrón que se queda con el petróleo mientras la gente se muere de hambre! ¡Y ustedes aquí discutiendo como si fuera un debate de filosofía! ¡Vengan a Venezuela y vean lo que pasa! ¡No es teoría, es sangre real!
Christian Díaz Aravena
enero 22, 2025 AT 21:34Yo no sé si Maduro ganó limpio, pero sí sé que la oposición no hizo nada para ganar la confianza del pueblo. ¿Crees que alguien va a votar por alguien que no le dio un plan real, solo promesas y memes?
Y los que lo critican desde afuera… ¿ustedes han estado en Venezuela? ¿Han visto cómo viven los campesinos en los Andes? ¿O solo ven los videos de las protestas?
La política no es un video viral. Es vida real. Y a veces, lo mejor que puedes hacer es no caer en el caos.
Gaby Ocazuv
enero 24, 2025 AT 09:06La reelección de Nicolás Maduro, en su contexto histórico, constituye un fenómeno de continuidad institucional en un marco de profunda deslegitimación democrática. La narrativa del Estado venezolano, basada en el culto a la figura del líder y en la instrumentalización de la memoria bolivariana, opera como un mecanismo de legitimación simbólica, que contrarresta la crisis de representación política. La participación electoral, en este contexto, no refleja una voluntad popular auténtica, sino un ritual de conformidad bajo condiciones de coerción estructural. La respuesta internacional, por su parte, revela la fragmentación del orden multipolar, donde los intereses geopolíticos prevalecen sobre los principios normativos del derecho internacional. En este sentido, el caso venezolano no es excepcional, sino paradigmático de la erosión de los valores democráticos en el siglo XXI.
Cristian Vidal Ubilla
enero 25, 2025 AT 04:36¿Alguien más se dio cuenta de que todos los países que reconocen a Maduro tienen una cosa en común? Que no tienen libertad de prensa. Que sus medios no cuestionan al gobierno. ¿Y qué pasa con los que no lo reconocen? Que tienen periodistas en la cárcel por decir la verdad. ¿Entonces quién miente? ¿Quién es el mentiroso? ¿El que dice que ganó, o el que dice que no ganó? ¿O acaso todos mienten?
La verdad está en los datos. Y los datos dicen: el CNE no es independiente. El padrón electoral no es confiable. Y los observadores internacionales fueron expulsados.
Entonces, ¿por qué seguimos discutiendo como si fuera un partido de fútbol?
Kendal Montgomery
enero 25, 2025 AT 08:23¡Pero qué haces, tonto?! ¿Estás defendiendo a este asesino? ¿Te has fijado en los niños que mueren por falta de medicinas? ¿O crees que eso es ‘soberanía’? ¡Es genocidio! ¡Y tú, con tu discurso de ‘no juzgues’, estás siendo cómplice! ¡No es filosofía, es crimen! ¡Y tú, con tu ‘compasión’, estás apoyando el exterminio! ¡Vete a Venezuela y ve cómo viven, no con tus palabras bonitas, con tus ojos! ¡Porque allá no hay discursos, hay cadáveres!
Isidora Nikolić
enero 27, 2025 AT 04:32…no sé… a veces pienso que… si nadie más lo hace… alguien tiene que decirlo… no es que esté de acuerdo… pero… no es justo que solo se escuche una voz… ¿y si… si la otra también tiene razón…? …no sé… solo… quiero que todos estén bien…
Maia Rich
enero 28, 2025 AT 19:44Gracias por leer todo lo que escribí. No esperaba que alguien respondiera, pero lo hiciste. Eso ya es algo. No todos los días alguien se toma el tiempo para escuchar, no para ganar, sino para entender.
Y sí, hay gente que sufre. Pero también hay gente que sigue amando. Que sigue sembrando. Que sigue enseñando a sus hijos a leer. Que sigue creyendo en algo más que el poder.
Y eso… eso es lo que nunca va a poder apagar nadie.
Gracias por estar aquí.