Luis Enrique, bajo fuego en Francia por su empujón a João Pedro tras la final del Mundial de Clubes

Luis Enrique, bajo fuego en Francia por su empujón a João Pedro tras la final del Mundial de Clubes

La final del Mundial de Clubes acabó con título para el Chelsea y con una escena que encendió a Francia: Luis Enrique empujó al delantero João Pedro en pleno tumulto tras el pitido final. La imagen del técnico del PSG, fuera de sí durante unos segundos, eclipsó la celebración inglesa y abrió un debate incómodo sobre el papel de los entrenadores en situaciones límite.

Qué pasó en el césped y por qué ardió París

El partido terminó 3-0 para el Chelsea. Ni tiempo para procesar la derrota: Donnarumma y Achraf Hakimi fueron a por João Pedro, autor del tercer gol, molestos por su conducta en los minutos finales. En medio del cruce de reproches, Luis Enrique entró en escena. Primero, empujón. Después, un contacto en la cara del delantero. João Pedro se fue al suelo de inmediato. Presnel Kimpembe sujetó al técnico para frenarlo mientras el portero italiano discutía a gritos con el entrenador del Chelsea, Enzo Maresca.

Ese instante quedó grabado desde varias cámaras y se difundió sin pausa. La secuencia era clara: el partido había acabado y las pulsaciones seguían en rojo. En Francia, la reacción fue casi unánime y muy dura con el técnico asturiano.

RMC Sport usó palabras gruesas y calificó el gesto como “repugnante”. Le Parisien, más templado, habló de “arrebato” del entrenador y criticó, a la vez, la exageración de João Pedro al dejarse caer como si se tratara de un golpe mayor. L’Équipe describió que el preparador parisino llegó a agarrar al delantero por el cuello antes de que este se desplomara. La sensación que dejaron los tres relatos fue la misma: una escena fea, evitable y que no corresponde a un entrenador en una final.

Para añadir ruido, RMC Sport también habló de una expulsión en los compases finales por un tirón de pelo a Marc Cucurella, lo que refleja el nivel de tensión que se respiraba en el campo. El foco, sin embargo, se movió de inmediato hacia el banquillo del PSG.

En la rueda de prensa, Luis Enrique intentó bajar el tono. Su explicación fue sencilla: dijo que solo quería separar a los jugadores y evitar que el encontronazo fuera a más. El problema es que las imágenes mostraban otra cosa y la mayoría de los análisis coincidieron en que, intención aparte, la acción del entrenador cruzó una línea.

La lectura en Francia, el baremo disciplinario y el debate sobre el fair play

Más allá del juicio público, queda la letra pequeña: qué puede pasar ahora. En competiciones internacionales, el informe del árbitro y el del delegado de partido recogen este tipo de incidentes. Con esos documentos, el comité disciplinario del organizador valora si abre expediente. Cuando hay contacto físico de un técnico con un futbolista rival, la escala de sanciones puede ir desde una advertencia hasta partidos de suspensión y multa económica, según la gravedad y los antecedentes.

Un matiz clave es que el suceso ocurrió tras el pitido final. Eso no lo deja fuera del alcance disciplinario: los órganos de competencia tratan igual los incidentes en el área técnica, el túnel o la zona de vestuarios si afectan a la integridad y a la imagen del torneo. Así que, si el informe arbitral detalla el empujón y el gesto en la cara, habrá materia para una revisión formal.

En términos de imagen, el golpe para el PSG es doble. Primero, por el resultado. Segundo, por la escena del técnico. La figura del entrenador está para enfriar incendios, no para avivarlos. Esa idea ha aparecido una y otra vez en tertulias, columnas y programas de debate en Francia en las horas posteriores al choque. Los medios han pedido ejemplaridad y han tirado de una palabra incómoda para cualquier profesional: autocontrol.

Del otro lado, también hay preguntas incómodas para el Chelsea. La reacción exagerada de João Pedro —así lo describen medios franceses— reabre la discusión sobre los límites de la teatralidad. ¿Forma parte del juego buscar la sanción del rival? ¿Debe penarse con la misma severidad la simulación que el contacto físico? Es la clásica discusión que aparece cada temporada, pero en una final, con cámaras y millones de ojos, todo se multiplica por diez.

La secuencia deja otra lectura: la soledad del entrenador cuando la adrenalina manda. El fútbol profesional ha avanzado mucho en protocolos para jugadores —conciertos de seguridad, refuerzos de staff, psicología del alto rendimiento—, pero los técnicos siguen expuestos a momentos en los que una mala decisión en dos segundos pesa más que todo un torneo. Ahí entran la formación en gestión emocional y la capacidad de delegar en auxiliares para intervenir en un tumulto.

En los vestuarios modernos, los clubes suelen definir roles claros para escenarios de crisis: quién separa, quién retira a los propios, quién habla con el árbitro. Cuando ese reparto falla o el líder se salta el guion, el riesgo de imagen se dispara. Eso es, en esencia, lo que ha ocurrido aquí: un cortocircuito que terminará estudiando un comité y que ya ha sido juzgado en la plaza pública.

El episodio también toca una fibra conocida: el fair play en las finales. Hay margen para celebrar, para el pique y para el gesto de orgullo, pero el listón es distinto cuando se trata del banquillo. La UEFA y la FIFA, en distintos circulares de la última década, han insistido en un mismo punto: tolerancia cero con el contacto físico antideportivo desde las áreas técnicas. Aunque la letra exacta de cada competición cambia, la filosofía es idéntica: proteger al rival y al espectáculo.

¿Qué puede venir en los próximos días? Tres escenarios son plausibles. Uno, que el organizador pida las imágenes, lea el informe, y archive el caso si aprecia una falta leve sin consecuencias. Dos, que imponga un partido o dos de suspensión por conducta inapropiada. Tres, que vaya más allá si concluye que hubo agresión, algo que, por cómo se produjo la caída de João Pedro y las versiones periodísticas, no parece el camino más probable, pero no es descartable hasta que haya resolución.

En paralelo, el vestuario del PSG tendrá que reordenarse. Las derrotas dolorosas pasan factura y las escenas así dejan ruido interno. Para los futbolistas, ver a su entrenador en el ojo del huracán no es neutro. El cuerpo técnico necesitará cerrar filas, revisar protocolos y, sobre todo, volver a poner el foco en el juego. El calendario no espera y, si hay sanción, el equipo deberá competir sin su líder en la banda.

Para el Chelsea, la lectura es diferente. Ganó con autoridad y administró la tensión de forma más eficaz hasta el final, pero la caída teatral del delantero deja un rastro de debate que también mancha la postal del campeón. Los equipos grandes conviven con esa discusión: ganar sí, pero sin cruzar líneas que alimenten la polémica.

El partido ya es historia. Lo que quede en la hemeroteca serán dos imágenes: el trofeo azul y ese empujón que nadie necesitaba. Si algo enseña este final es que la frontera entre competir con intensidad y perder los papeles sigue siendo frágil, incluso para los profesionales más acostumbrados a vivir al borde del ruido.

12 Comentarios

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    carmen paz fuentes bravo

    septiembre 6, 2025 AT 05:53

    Esto es lo que pasa cuando los entrenadores no tienen control emocional. No es excusa que sea una final, es una vergüenza. En Chile, a los técnicos nos enseñan a ser líderes, no a pelear como niños.
    Y no me vengan con eso de 'solo quería separarlos'. Si querías separarlos, lo hacías con palabras, no con puños.
    Esto no es fútbol, es circo.
    El PSG tiene que pedir disculpas públicas, no solo por el gesto, sino por permitir que esto pase.
    Esto mancha al fútbol latino entero.
    ¿Cuándo vamos a dejar de ver a los técnicos como estrellas de reality y no como profesionales?
    Es hora de que la FIFA sancione con deportación del banquillo, no con multas de 5000 euros.
    Este tipo de cosas se llevan a la justicia deportiva, no se ignoran.
    Si esto fuera en la Premier, ya estaría suspendido por tres partidos.
    En Chile, un entrenador que hace esto sería expulsado de la categoría profesional por vida.
    ¡Qué vergüenza nacional!
    ¡Qué vergüenza mundial!
    ¡Qué vergüenza! Y encima lo celebran en Francia como si fuera normal.
    Esto no es fútbol, es barbarie.
    Y no digan que es una 'reacción pasajera' - si fuera pasajera, no lo grabarían 12 cámaras.
    ¡Esto no se perdona!

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    Carla Andrea Espinosa Parra

    septiembre 8, 2025 AT 04:15

    Me encanta que haya gente que se enoja por esto, pero también me encanta que haya quienes lo ven como un momento humano.
    El fútbol es pasión, y a veces la pasión se sale de control.
    No justifico el empujón, pero entiendo que, tras 90 minutos de tensión, cuando ves a tu jugador siendo acosado, algo en ti se quiebra.
    ¿Es correcto? No.
    ¿Es humano? Sí.
    Y si leemos el contexto: el Chelsea tenía razón en su reacción, pero João Pedro también se excedió con la teatralidad.
    ¿Quién empezó? ¿Quién terminó? No lo sabemos del todo.
    Lo que sí sabemos es que todos, desde el árbitro hasta el técnico, deberíamos ser mejores.
    Y tal vez, en vez de juzgar, deberíamos enseñar a los entrenadores a manejar el estrés.
    La presión es brutal, y nadie les da herramientas.
    Esto no es solo culpa de Luis Enrique, es culpa de un sistema que lo pone en esa situación sin apoyo.
    ¿Y si en vez de condenarlo, lo mandamos a un curso de gestión emocional?
    ¿Y si en vez de llamarlo 'repugnante', lo llamamos 'herido' y lo ayudamos?
    El fútbol necesita más empatía, no más furia.
    ¡Vamos a sanar, no a condenar! ❤️

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    claudio hurtado

    septiembre 9, 2025 AT 08:55

    Claro, ahora todos son víctimas, ¿no? Luis Enrique es un monstruo, pero João Pedro es un ángel que se cayó por un soplo de aire.
    ¡Qué risa! El tipo se tiró al suelo como si le hubieran pegado con un martillo, y ni siquiera lo tocó fuerte.
    ¿Vieron cómo se levantó enseguida? ¿Y cómo sonrió cuando vio que todo el mundo se volvió loco?
    Esto es pura manipulación, y el fútbol moderno está lleno de estos actores.
    Y tú, Carmen, que dices que esto es vergüenza nacional... ¿y qué tal cuando nuestros jugadores se tiran por un roce leve?
    ¿O cuando nuestros técnicos gritan como locos y tiran botellas?
    ¡Cuidado con la hipocresía!
    El problema no es Luis Enrique, es que el fútbol ya no es deporte, es teatro.
    Y tú, Carla, con tu 'empatía'... ¿cuántos años llevas sin ver un partido real?
    El fútbol es lucha, no terapia.
    Si no te gusta la pasión, ve a ver ballet.
    Y sí, la FIFA debería sancionar a João Pedro por simulación, no solo a Luis Enrique por empujar.
    ¡Eso sería justicia!
    ¡No doble moral!
    ¡Ni una sola palabra sobre el Chelsea que ganó limpio!
    ¡Solo porque es inglés, lo perdonan todo!
    ¡Qué país tan hipócrita!

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    fernanda opazo

    septiembre 9, 2025 AT 18:02

    ¿Alguien más se dio cuenta de que el empujón fue filmado por una cámara que no estaba en el informe del árbitro?
    ¿O que el video que circula fue editado para quitar el momento en que João Pedro le gritó algo muy feo al técnico antes del empujón?
    ¿O que el mismo día, el Chelsea hizo un video de 'fútbol limpio' y luego se supo que su preparador físico le puso una mano en la espalda a un jugador del PSG en el túnel?
    ¿O que la RMC Sport, que grita 'repugnante', tiene un contrato con el Chelsea para transmitir sus partidos?
    Todo esto es una operación mediática para desgastar al PSG antes de la Champions.
    ¿Por qué nadie pregunta quién filtró el video?
    ¿Por qué nadie pregunta por qué el delegado de la UEFA no apareció en el informe?
    ¿Por qué no hay un análisis de las cámaras de seguridad del estadio?
    Esto no es un incidente, es un golpe de estado mediático.
    Y tú, Claudio, que dices que es teatro... ¿no te das cuenta de que el teatro es el que te están vendiendo?
    ¿No ves que todos están jugando un rol?
    ¿No ves que el fútbol ya no es deporte, es política?
    ¡Esto es un montaje!
    ¡Y tú, Carla, con tu 'empatía'... estás siendo usada!
    ¡Despierta!
    ¡El fútbol está muerto y lo están enterrando con lágrimas falsas!
    ¡No hay justicia, hay manipulación!
    ¡Y yo lo sé porque lo vi todo!
    ¡Y nadie me cree!
    ¡Siempre pasa así!

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    FRANCISCA IGNACIA ARAYA MOLINA

    septiembre 9, 2025 AT 22:10

    Amigos, esto es un momento de crecimiento 💪
    No es sobre quién empujó a quién, es sobre cómo nos hacemos más humanos con esto 🤗
    Yo vi el video y me dolió, pero también me dio esperanza porque vi que el mundo se conmovió 🌍
    ¡Eso es poder! ¡Eso es conexión!
    Y si Luis Enrique se salió de control, es porque nadie lo enseñó a manejar el dolor.
    Y si João Pedro se cayó, es porque quería que lo escucharan.
    Y si el Chelsea ganó, es porque merecía ganar, pero no por eso puede ser arrogante.
    ¡Todos tenemos algo que aprender!
    ¡Todos merecemos una segunda oportunidad!
    ¡No juzguemos, abracemos!
    ¡Y si te duele, habla con alguien!
    ¡No guardes el enojo, libéralo!
    ¡El fútbol nos une, no nos divide!
    ¡Vamos a sanar juntos! 🌈💛
    ¡Yo te abrazo, Luis Enrique! ¡Y también a João Pedro! ¡Y al Chelsea! ¡Y a todos los que lloran por esto!
    ¡Juntos somos más fuertes!
    ¡No hay mal que por bien no venga!
    ¡Este momento va a cambiar el fútbol para siempre!
    ¡Sé parte del cambio! 💖

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    miguel vergara

    septiembre 10, 2025 AT 01:13

    Lo que pasó fue una estupidez, pero no es la primera vez que un técnico pierde los papeles.
    Lo que sí es ridículo es que ahora todo el mundo se vuelva experto en ética deportiva.
    ¿Alguien recuerda cuando Messi le pegó a un árbitro en 2014? ¿O cuando Mourinho tiró el micrófono en el banquillo?
    ¡Nadie dijo nada!
    ¿Por qué ahora sí?
    Porque es Luis Enrique y porque Francia quiere hacerle daño al PSG.
    ¡No es moral, es política!
    Y tú, Francisca, con tu 'abracemos todo'... ¿no te das cuenta de que esto no es un workshop de autoayuda?
    El fútbol no es terapia, es competencia.
    Y si quieres empatía, hazte psicólogo, no comentarista.
    Y sí, el Chelsea ganó, y sí, el empujón fue malo, pero no es el fin del mundo.
    La FIFA va a archivar esto como lo hace siempre.
    Y tú, Fernanda, con tu teoría de la conspiración... ¿tienes pruebas o solo sospechas?
    ¡No seas paranoica!
    ¡Y tú, Carmen, deja de gritar que esto es vergüenza nacional!
    ¡No somos los únicos que lo hacen!
    ¡Cálmense todos!
    ¡Esto se va a olvidar en una semana!
    Y si no, mira lo de Zidane en 2006... ¿quién lo recuerda hoy?
    ¡Nadie!
    ¡Solo los que quieren vender drama!
    ¡Vamos a seguir viendo fútbol, no a hacer juicios!
    ⚽️

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    Carlos J. Pérez

    septiembre 11, 2025 AT 10:47

    Lo que ocurrió fue inaceptable. No hay excusa para el contacto físico con un jugador rival, ni siquiera en el calor del momento.
    El rol del entrenador es guiar, no escalar.
    La imagen que proyecta un técnico no es solo suya, es la del club, de la liga, del deporte.
    Y en ese sentido, Luis Enrique falló.
    El hecho de que el partido haya terminado no lo exime, al contrario: es cuando más debe demostrar control.
    La reacción de los medios franceses es justa, pero también hay que reconocer que la provocación de João Pedro fue clara.
    El fútbol tiene límites, y cuando se cruzan, se rompe la confianza del espectador.
    El problema no es solo el gesto, es la falta de protocolo.
    ¿Por qué nadie del banquillo del PSG lo detuvo antes?
    ¿Por qué no hay un entrenador de emociones en los equipos modernos?
    Esto no es un error aislado, es un síntoma de un sistema desequilibrado.
    La solución no es sancionar, es educar.
    La formación de entrenadores debe incluir gestión de crisis, no solo táctica.
    Y el fútbol necesita reglas claras para el banquillo, no solo para el campo.
    Esto debe ser un punto de inflexión.
    Si no cambiamos esto, seguirá pasando.
    Y no, no es una excusa de 'el fútbol es pasión'.
    La pasión bien canalizada es grande.
    La pasión descontrolada es peligrosa.
    Y este caso lo demuestra.
    ¡Es hora de actuar!
    ¡No más excusas!
    ¡Necesitamos liderazgo, no caos!

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    Alexis Hernan Gonzalez Cabezas

    septiembre 11, 2025 AT 19:31

    En Chile, cuando un niño se pelea en el patio, lo llamamos a la dirección y le decimos: '¿Por qué no usaste las palabras?'.
    Y eso es lo que pasó aquí.
    Luis Enrique no usó palabras.
    Usó fuerza.
    Y eso no es fútbol, es violencia.
    El fútbol es cultura, es identidad, es historia.
    Y cuando un técnico pierde el control, pierde el respeto de todos.
    Lo que hizo no es solo malo, es inmoral.
    Y no importa si el otro jugador se tiró o no.
    El empujón fue el error.
    Y el error no se justifica.
    Esto no es una discusión sobre el fair play.
    Es una discusión sobre el respeto.
    Y el respeto no se negocia.
    Es un valor.
    Y en el fútbol, como en la vida, el que lo pierde, pierde todo.
    ¡Respeto!
    ¡Eso es lo que falta!
    ¡Y eso es lo que debemos recuperar!
    ¡No más empujones!
    ¡Solo palabras!
    ¡Solo deportividad!
    ¡Solo fútbol!

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    Lukas Carrasco

    septiembre 12, 2025 AT 14:46

    ¿Alguien se acuerda de lo que le hicieron a los chilenos en la Copa América? ¿O cuando el argentino le dio un cabezazo a un brasileño en el 2011? ¿O cuando el inglés le pegó a un jugador de Uruguay en 2018?
    ¡Nadie dijo nada!
    ¡Y ahora, porque es Luis Enrique, es el peor de la historia!
    ¡Qué hipocresía!
    ¡Esto es racismo deportivo!
    ¡No es por lo que hizo, es por quién es!
    ¡Y los medios franceses lo saben!
    ¡Están aprovechando para destruir al PSG!
    ¡Y tú, Carlos, con tu 'respeto'... ¿qué tal si te enseñan respeto antes de hablar?
    ¡No es lo mismo un empujón que una patada!
    ¡No es lo mismo un gesto que un golpe!
    ¡No es lo mismo un momento de ira que una agresión premeditada!
    ¡Esto es una exageración mediática!
    ¡Y tú, Fernanda, con tu teoría de la conspiración... tienes razón!
    ¡Esto es una guerra!
    ¡Y nosotros, los latinoamericanos, somos los que pagamos!
    ¡No más doble moral!
    ¡No más injusticia!
    ¡No más silencio!
    ¡Esto es racismo!
    ¡Y lo digo con todo el corazón!
    ¡Porque sé lo que es ser juzgado por tu acento, por tu piel, por tu país!
    ¡Y esto es lo mismo!
    ¡No lo permitamos!
    ¡No lo callaremos!
    ¡No lo olvidaremos!
    ¡No más silencio!
    ¡Vamos a gritar!
    ¡Vamos a luchar!
    ¡Por Luis Enrique!
    ¡Por el fútbol latino!
    ¡Por la justicia!
    ¡No más doble moral!
    ¡Nunca más!
    ¡Nunca más!
    ¡Nunca más!

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    Felipe Andres Riquelme Gonzalez

    septiembre 12, 2025 AT 20:24

    La conducta del técnico Luis Enrique constituye una violación flagrante del código ético deportivo establecido por la FIFA y la UEFA, en particular el artículo 13.1 sobre conducta inapropiada de personal técnico, el cual establece que cualquier contacto físico no autorizado con un jugador rival, incluso tras el pitido final, constituye una infracción disciplinaria grave.
    Además, la secuencia video registrada evidencia un acto de agresión física intencional, no un acto de separación, tal como él pretende justificar.
    La simulación por parte de João Pedro, aunque cuestionable, no exime ni atenúa la responsabilidad del técnico, pues la intención del acto no puede ser invocada como causa de justificación en derecho deportivo.
    El informe arbitral debe incluir la descripción detallada del incidente, y el comité disciplinario tiene la obligación de abrir un expediente, independientemente de la nacionalidad de los involucrados.
    La sanción mínima esperable es una suspensión de dos partidos, con multa económica proporcional al daño reputacional causado.
    Además, el PSG debería implementar un protocolo de intervención emocional para su cuerpo técnico, con supervisión psicológica obligatoria.
    El fútbol moderno requiere más estructura, no menos.
    La emoción no es excusa.
    La pasión no es licencia.
    La profesionalidad es obligatoria.
    Y en este caso, la profesionalidad fue reemplazada por el caos.
    Y si alguien dice que esto es 'normal', está ignorando la evolución del deporte.
    Y si alguien dice que esto es 'exagerado', está ignorando la historia.
    Y si alguien dice que esto es 'política', está ignorando la ética.
    Esto no es una opinión.
    Esto es derecho.
    Y el derecho no se negocia.
    Se aplica.
    Y se aplica igual para todos.
    ¡Y no se olvidará!
    ¡Y se recordará!
    ¡Y se castigará!
    ¡Así debe ser!

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    Christian Díaz Aravena

    septiembre 14, 2025 AT 08:29

    La verdad es que nadie quería ver esto.
    El partido ya era intenso, y no necesitábamos más drama.
    Lo que pasó fue mal, pero no es el fin del mundo.
    Y sí, el empujón estuvo mal, pero también hay que ver el contexto.
    El fútbol es apasionado, y a veces se pasa la línea.
    Lo bueno es que ahora todos hablan de esto.
    Y eso es bueno.
    Porque significa que la gente se preocupa.
    Y eso es lo que importa.
    Que se hable.
    Que se reflexione.
    Que se aprenda.
    Y que en el futuro, los técnicos tengan más apoyo.
    Y que los jugadores no se excedan con la teatralidad.
    Y que los medios no exageren.
    Y que todos nos recordemos que al final, es un juego.
    Y que ganar no lo es todo.
    Y que perder no es una derrota si se hace con dignidad.
    Y que el respeto es lo que realmente cuenta.
    Y que, aunque sea duro, a veces hay que respirar.
    Y que, aunque sea difícil, hay que perdonar.
    Y que, aunque sea incómodo, hay que crecer.
    Y que, aunque sea raro, a veces el fútbol nos enseña más que la vida.
    Gracias por leer.
    Y que tengan un buen día.
    ⚽️

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    claudio hurtado

    septiembre 15, 2025 AT 14:12

    ¿Y tú, Christian, con tu 'respeto' y tu 'buen día'... crees que esto se arregla con un 'que tengan buen día'? ¡Qué ingenuidad!
    ¡No es un café, es un empujón!
    ¡No es un malentendido, es un acto de violencia!
    ¡Y tú, Carmen, que gritas que es vergüenza... tienes razón, pero no por lo que piensas!
    ¡Es vergüenza porque nadie lo sancionará!
    ¡Porque la FIFA siempre perdona a los grandes!
    ¡Porque el PSG es rico y el Chelsea es poderoso!
    ¡Y Luis Enrique es un técnico de moda!
    ¡Y nadie toca a los poderosos!
    ¡Eso es lo verdaderamente vergonzoso!
    ¡No el empujón!
    ¡La impunidad!
    ¡Y tú, Felipe, con tu 'derecho'... ¿crees que la FIFA va a aplicar tu artículo 13.1?
    ¡No lo harán!
    ¡Porque no les conviene!
    ¡Y tú, Lukas, con tu 'racismo'... ¡tienes razón!
    ¡Pero no es solo racismo!
    ¡Es poder!
    ¡Y el poder no se juzga!
    ¡Se protege!
    ¡Y eso es lo que realmente duele!
    ¡No el empujón!
    ¡Sino que nadie lo castigue!
    ¡Y eso es lo que debemos gritar!
    ¡No al poder!
    ¡No a la impunidad!
    ¡No al fútbol de los ricos!
    ¡No a la justicia selectiva!
    ¡No más silencio!
    ¡Nunca más!
    ¡Nunca más!
    ¡Nunca más!

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