
Impacto Del Terremoto Más Fuerte en Décadas
Nápoles vivió momentos de tensión cuando, en la madrugada del jueves, un terremoto de magnitud 4.4 sacudió la ciudad. Se trata del evento sísmico más fuerte en cuatro décadas, con su epicentro localizado cerca de la costa en Pozzuoli, dentro de la región volcánica de los Campos Flégreos. El temblor ocurrió a la 1:25 AM hora local y persistió durante unos 20 segundos, lo que fue suficiente para despertar el temor en los residentes que escucharon un estruendo ensordecedor.
El miedo a réplicas llevó a muchos a abandonar sus hogares, prefiriendo pasar la noche en el exterior o en sus vehículos. Dentro de esta atmósfera de tensión, los servicios de emergencia actuaron rápidamente para rescatar a una mujer atrapada bajo los escombros en Pozzuoli. En el distrito de Bagnoli, varias personas necesitaron ayuda para escapar a través de las ventanas.
En cuanto a los heridos, hasta el momento, 11 personas han recibido atención médica por cortes y lesiones menores. Los daños estructurales no fueron despreciables, con varios edificios exhibiendo grietas, algunos coches quedaron sepultados bajo escombros, y tres edificaciones, entre ellas una iglesia y un complejo residencial de siete pisos, fueron declaradas inseguras.
Vulnerabilidad en una Región Activa
La región de los Campos Flégreos ha sido testigo de una actividad volcánica creciente en los últimos años, sin embargo, no se anticipa una erupción volcánica inminente. No obstante, los habitantes de Nápoles no pueden evitar sentir preocupación, ya que viven sobre esta cuenca volcánica antigua, que representa un desafío continuo en términos de riesgos geológicos.
Después del terremoto, el gobierno, encabezado por la Primera Ministra Giorgia Meloni, puso en marcha medidas de respuesta. Se establecieron refugios temporales para aquellos que quedaron desplazados. Por otro lado, las escuelas en las áreas afectadas cerraron para llevar a cabo exhaustivas inspecciones de seguridad antes de permitir la reanudación de las clases.
Este evento sísmico reciente recuerda el devastador terremoto de 1980, cuando un sismo de magnitud 6.9 causó más de 2,700 muertes. Aunque el terremoto de mayo de 2024 había despertado preocupación, el de ahora subraya nuevamente la vulnerabilidad persistente de la región. El seguimiento y la preparación continúan siendo esenciales para mitigar los impactos de futuras actividades sísmicas.